Ya sabéis que una de nuestras pasiones es la fotografía de embarazo. Cada sesión es diferente porque cada futura mamá y papá son diferentes. La tripita de Deborah, aunque faltaban pocas semanas para que diera a luz, ha sido otro fascinante ejemplo de perfecta redondez y belleza.
Nos gustó la ropa que eligió la futura mamá, colores alegres, muy estimulantes para nuestra fotógrafa y absolutamente armónicos con el ánimo de los modelos.
Aunque debemos confesar que lo que más nos gustó fue ver a sus papás, cómo se miraban, la dulzura con que sonreían. Resultaba evidente el amor entre ellos: sin duda Diego será un bebé feliz.
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