Miren a Rodrigo… plácido y feliz. ¡Y cómo no iba a estarlo! Antes de empezar la sesión, este pequeño pero exigente modelo, se tomó su tiempo. Primero, pidió un biberón y luego, otro más. Enseguida, quiso estar un rato en brazos de papá y después, cuando le cambiamos el pañal, se quedó tan a gusto y dispuesto a posar. En nuestra mantita amorosa, se durmió profundamente.
A partir de ahí, juntos, modelo y fotógrafa, hicimos auténticas maravillas. Con sus dieciocho días, posó con todos los decorados del estudio y además, estrenó este adorable gorrito de botones.
Una preciosidad que agradecemos en especial a los padres de Rodrigo y, por supuesto, a nuestra ilustre tejedora (¡gracias, mamá!)
Soy la mama de Rodrigo! Me ha encantado volver a ver estas fotos! Pasamos un rato muy agradable y cuando nuestro bebe cumpla un añito volveremos ha hacerle otro reportaje. Un besazo